Las analogías
El parecido entre las lenguas indoeuropeas se basó
en la famosa teoría del árbol genealógico –Stammbaumtheorie- que
consiste en que de un tronco principal, se comienzan a abrir los distintos
grupos de lenguas como el eslavo, el germánico, greco-italo-céltico, el
balto y ario, así como sucede en el árbol genealógico de una familia.
Schleicher tuvo conciencia siempre de que se trataba de una reconstrucción y
de que la representación gráfica del árbol tenía el mismo valor de
hipótesis que poseen unos manuscritos respecto al arquetipo perdido.
Las investigaciones de Schleicher permitieron
las primeras formulaciones teóricas de las leyes de la evolución, pero
éstas resultaron de inmediato insuficientes para dar cuenta de todos los
acontecimientos que se produjeron en la evolución de las lenguas, ya que
en todas existen formas creadas por asimilación analógica con otra
forma del sistema -el vocablo italiano mossi no proviene del
latín movi, sino de la analogía con la
forma scripsi-.
Neogramatismos
En 1875 fueron siendo notables, en el área de la
historia varios investigadores jóvenes en la universidad de Leipzig: A.
Leskien, H. Osthoff y el ya mencionado Paul, a quienes se denominó en son de
broma Junggrammatiker («los jóvenes gramáticos»), esto debido a la
expresión Junges Deutschlar, «la joven Alemania», que se usaba en el
movimiento de vanguardia antirromántica y, luego, a varias corrientes de
corte antitradicional. También se les llamó neo gramáticos.
Dichos personajes comienzan un movimiento de renovación
de los tratados históricos al reafirmar el carácter
inexorable de las leyes establecidas fonéticas, pues las excepciones
se explican, esencialmente, por los reajustes analógicos antes
citados. Los dos conceptos; ley fonética y analogía, se complementaban, ya el
concepto sistemático de lenguaje humano. Los nuevos gramáticos no
perdieron el interés por los temas formales del lenguaje, ni tampoco los de la
estructura formal, material, de las palabras o de los elementos de formación e
intentaron un estudio detenido del lenguaje en su sistema actual, pues consideraban
que, desde el punto de vista estático, normalmente el conocimiento
de las lenguas naturales puede suponer un avance para el lingüista de
la dinámica histórica.
Algunas de estas preocupaciones, así como el interés por
los problemas formales, la necesidad de estudiar el lenguaje en su
funcionamiento actual y, consecuentemente, la división de las tareas de
la lingüística en dos
aspectos, estático y dinámico, además de detalles menores
(como, por ejemplo, la preocupación por el lenguaje infantil y la adquisición
de las lenguas para estudiar la problemática del cambio lingüístico), fueron
ejes básicos para la fundamentación teórica de la lingüística en la
primera mitad del siglo xx.
Las grandes investigaciones se centraron en el
historicismo, pero junto a ello surgen los primeros intentos de estudiar de
manera científica lenguas genéticamente muy diferentes con el fin de intentar
encontrar las leyes generales y los elementos constantes del lenguaje humano.
Los primeros trabajos serios se encuentran en la obra de Rasmus K. Rask,
quien aprendió varias decenas de lenguas mediante un sistema
peculiar: sistematizar la gramática respectiva y aplicar estos
conocimientos teóricos a la traducción de un texto, generalmente el Nuevo
Testamento.
El Antropologismo
Como ciencia expresa, ya se encuentra en los trabajos
de Wilhelm von Humboldt. La investigación lingüística no era un fin en sí
misma, era más bien un medio para poder establecer una antropología
comparada. Las lenguas más extrañas o menos estudiadas es una de las
características más apasionantes de su obra; trabajó sobre
el kawi, antigua lengua de Java, y también fue uno de los primeros investigadores
del vasco. Concebía la lengua como una actividad y no como un
producto, la actividad creadora del hablante: todo individuo es capaz de
crear mensajes infinitos con el mecanismo finito de la lengua. Muy
importante para el desarrollo posterior fue su concepción de la forma
interior del lenguaje, que consiste en el conjunto de reglas que componen
la estructura gramatical y significativa de la lengua.
Palabras y cosas
Intentar hallar todas las bases teóricas de la
lingüística de comienzos del siglo xx en autores del movimiento
neogramático sería inexacto; pero, como ya se ha explicado, influenciaron
a Saussure, pero su obra es incomprensible desgajada del conjunto teórico
de la época. Además es cierto que la dinámica lingüística fue impulsada a
principios del siglo xx a partir de las oposiciones a las teorías
mecanicistas de los neogramáticos; esta oposición comenzó con la publicación
de un folleto de Hugo Schuchardt: Sobre las leyes fonéticas. En
oposición de los neo gramáticos. Este autor fue discípulo de Schleicher, su mayor
aporte consistió en indagar más sobre el sistema vocálico del latín vulgar,
este estudio fue donde denotó los diferentes niveles en que se desarrollan las
palabras en la historia de las lenguas -palabras cultas, vulgarismos- lo que
permitió dirigir un fuerte ataque a los neogramáticos al precisar las diversas
evoluciones respecto al tiempo y al espacio.
Se investigaron las relaciones que existían, a
través de la evolución histórica entre las cosas que se designan y las
palabras, lo que permitió la aparición de una gran ola de investigación; con algunas
modificaciones teóricas, persiste hasta hoy: la denominada escuela Worter
und Sachen «Palabras y cosas», donde se muestra íntimos puntos de contacto
con la etnología. Ya a finales del siglo XIX, los estudios realizados
sobre la geografía lingüística, que no era otra cosa que la disposición
cartográfica de las maneras fonéticas en el ámbito de una lengua, reafirmaron
las observaciones de Schuchardt sobre el carácter principal heterogéneo
del lenguaje humano: cada palabra que tiene una misma evolución fonética
también posee propia área geográfica de distribución. Esto fue un golpe
decisivo para la corriente neogramática.
La lingüística como arte
En los inicios del siglo XX se mantuvieron vivas las
corrientes positivistas del siglo anterior, en conflicto con el conjunto de
tendencias ya mencionadas, pero el resultado fue un acuerdo sobre el
reconocimiento de la heterogeneidad del lenguaje humano. La síntesis de esta
problemática se halla en el título de obra de Karl Vossler: "POSITIVISMO E
IDEALISMO EN LA LINGUISTICA". Sus ideas se pueden resumir en este
apartado: "Linguística, en el puro sentido de la palabra, es
estilística,por lo tanto está dentro de la estética. La lingüística, como
estudio concreto del lenguaje, es historia del arte. Los numerosos filólogos que
se pasman al oír la palabra estética representan aún la vieja estética
dogmática, no la nueva, la crítica. La antigua comparaba la obra de arte con un
ideal abstracto de belleza; la nueva la compara con ella misma, porque se ha
entendido que los ideales de belleza son iguales cuantos sean las obras de
arte. El poeta no debe seguir las intuiciones del crítico, sino el crítico las
del poeta, mostrar cómo y dónde el poeta está en conflicto con su propia
intuición y es infiel a su propia musa. Este es el método de toda crítica
idealista: o sea, la reproducción consciente del proceso interno que condujo a
la obra de arte"
El idealismo lingüístico se ayudó con la importancia del
individuo y el rol de la psicología individual por la creación del lenguaje; a
pesar de que tuvo mucho prestigio, merecido dicho sea de paso, en muchos
países, las corrientes teóricas dominantes en el siglo XX aceptaron el lenguaje
como una institución social e intentaron encontrar metodologías adecuadas que
permitieran sistematizar e interpretar científicamente los
datos lingüísticos.
LA ACTUALIDAD DE LAS LENGUAS: SAUSSURE
En el siglo XX se generó un cambio de rumbo en los
intereses de los lingüistas, a pesar que se mantuvieron con vivos
criterios científicos anteriores enlazados al positivismo como
filosofía de las cosas en sí mismas.
Muchos investigadores dejaron la preferencia por los
estudios de la historia y de las relaciones existentes entre
las lenguas indoeuropeas, concentrándose en la descripción de las lenguas
en su estado actual. La lengua literaria, que fue centro de estudio
en la gramática, pasó a ser vista como una variedad, y el lenguaje
hablado,se volvió en el objeto de estudios en la nueva investigación.
Los estudios de lingüística general, surgieron únicamente de forma esporádica, y alcanzaron un cenit extraordinario. Gran parte de la fundamentación teórica de las investigaciones lingüísticas europeas de inicios del siglo XX se hallan en el libro:"Curso de lingüística general" que fue publicado en París en 1916. Esta obra junta de forma sistemática las ideas explayadas por el profesor Ferdinand de Saussure en sus cursos de lingüística general al rededor de los años 1900.
Saussure confutó los tradicionales estudios comparativos
por no haberse preocupado en delimitar la naturaleza de su investigación,
algo que era y es básico para que la ciencia lingüística tenga un método para
cimentarse y trabajar. Primero, Saussure fijó la materia de la lingüística;
«está constituida por todas las manifestaciones del lenguaje humano,
así se trate de pueblos salvajes o de naciones civilizadas, de épocas
arcaicas, clásicas o de decadencia, siempre teniendo en consideración, no
solamente el lenguaje correcto y el “hablar bien”, sino todas las formas de
la expresión».
OBJETIVOS DE LA LINGÜÍSTICA
como puede observarse, la materia de estudio es muy
amplia y, por tanto, el lingüista tendrá que conocer, al menos, tres objetivos
fundamentales:
-Estudiar todas las lenguas posibles, tanto desde el
punto de vista descriptivo como histórico.
-Investigar las fuerzas que intervienen de manera
universal en todas las lenguas.
-La lingüística debe procurar, deslindarse de las demás
ciencias conexas y llegar a una definición; "deslindarse y definirse
ella misma", con palabras de Saussure.
Universales lingüísticos
Los principales objetivos se mantienen vigentes y preocupan a todos los estudiosos en sus diferentes especialidades. Como ya defendió Humboldt, es indispensable tener descripciones exactas de las lenguas naturales además de estudios que dejen conocer su evolución y parentesco. Dicho aspecto de la investigación es el más adelantado; y, se pudo ahondar en el conocimiento de los universales lingüísticos.
Todos suelen pensar que los elementos y las relaciones
con las que cuentan sus lenguas originarias o las que conocen más familiarmente
son generales y tienen que aparecer en todas las lenguas. Una pequeña
reflexión frente a este problema resuelve fácilmente este error inicial: el
inglés, el alemán, el catalán o el danés poseen unos elementos a los que tradicional-mente
se denomina artículos, pero el latín carece de estos elementos, que, en
principio, pudieron parecer generales.
En la mayoría de casos, basta con un leve conocimiento
del sistema de algunas lenguas diferentes para ver que algunos elementos de una
lengua determinada no pueden ser universales: en eltotonaco (lengua
amerindia), las oraciones aseverativas se pronuncian con un mismo
nivel de voz en toda la emisión, a diferencia de las interrogativas, que se
distinguen por el descenso del tono, en el ponca, otra lengua amerindia,
existen dos clases de artículos: unos se emplean en conexión con nombres de
seres animados, y otros se reservan únicamente para los inanimados, con la
curiosa particularidad de que, también hay formas diferentes para cada tipo según
los objetos (colectivos, objetos redondos u objetos dispersos); además existe
variación entre los artículos que acompañan a seres animados según estén en
movimiento o en reposo, con la distinción fundamental de los artículos
exclusivamente especializados para los seres animados que se encuentran
sentados.
La heterogeneidad como hecho natural
El esencial problema que Saussure encontró al estudiar
los hechos lingüísticos es la heterogeneidad que aparentemente muestra
una lengua natural; esto había sido el descubrimiento de los científicos a
finales del siglo XIX e inicios del XX: en una comunidad lingüística, entre los
hablantes suceden determinados fenómenos de discordancia, los cuales podrían
diferir en la pronunciación de ciertos sonidos, o bien al usar ciertas palabras
o compuestos un tanto distintas; casi se puede decir que existen cantidad de
dialectos como personas. Dicho fenómeno heterogeneo se muestra no
únicamente en los grandes lugares, como ciudades, o capitales de países puesto que
también aparece en sitios más pequeños o limitados, incluso una familia.
Regularmente, la heterogeneidad aparece en la elección de
una variante por unos grupos de la sociedad -mujeres/hombres;
agricultores/pescadores; generaciones jóvenes/generaciones ancianas- o por la
convivencia en un mismo sujeto de vanas formas, como en los casos de personas
que dicen ande y anduve, conducí y conduje, o
inconscientemente, dicen una misma palabra de manera diferente durante una
conversación. Este carácter, aparentemente las presentan todas
las lenguas naturales, y no es el único problema con que Saussure se
enfrentó, debido a que existen otras situaciones íntimamente ligadas, como que
el lenguaje da, al mismo tiempo un carácter social como medio de comunicación
y una realización individual por parte de cada uno de los hablantes;
también, el lenguaje es institución social a la vez que producto del
pasado, dada la historicidad característica de las lenguas. Dichas
situación dirigieron al lingüista Saussure a plantearse la necesidad que tiene
el científico de posicionarse en un terreno especial, con unos
condicionamientos determinantes, para dirigir a buen final sus investigaciones
y este dicho lugar no es otro que"la lengua".
Linguistica y psicosociología
Luego de la Segunda Guerra Mundial se empezó a
considerar que el aprendizaje de las lenguas era una cuestión a
resolver científicamente -de igual manera que la forma en que se enseña-
ya que la teoría lingüística reinante operaba sobre los aspectos más mecánicos
del lenguaje, a partir de la dualidad estímulo respuesta. El aprendizaje de una
lengua sería, en ese sentido, asimilarla a través de practicar unos modelos
mediante analogías y generalizaciones. El conocimiento de tales modelos
sería, pues, suficiente para el aprendizaje Pero cabe resaltar que personajes
como Noam Chomsky se explayaron críticamente ante lo que consideraban
mecanicismo, diciendo valdría para una primera aproximación a la lengua como
objeto de estudio, pero que entorpecería la singularidad del individuo.
También, la corriente generativa transformacional, donde, dicho sea de paso,
Chomsky formaba parte concluyó que una lengua no puede
ser esquematizada por reduccionismo a un sistema de costumbres.
Chomsky, dice que que el lenguaje forma parte de una
teoría psicosociológica del conocimiento en su obra "El
lenguaje y el pensamiento" (1967).
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