martes, 13 de junio de 2017

LINGÜÍSTICA: Lenguaje y Lengua II

Luego de comprender los conceptos de Lenguaje y Lengua es necesa­rio también conocer y delimitar lo que significa lengua y habla partiendo por la acepción de lo que cada término. Si se tiene en cuenta el circuito de la comunicación se nota lo siguiente: que la lengua es un código, un sistema de signos y  el ha­bla es el uso de ese sistema. Ésta es la diferencia primordial entre esas dos reali­dades. La lengua es un producto social. Un amplio re­pertorio de signos que una sociedad va creando a través del tiempo y que la posee. Concluyendo, es una creación social. El habla, en cambio, es una acción y producto in­dividual. Por lo que cada persona en particular realiza actos de habla, utilizando la lengua que conoce.
Entonces entendemos que la lengua, siendo un sistema social, es un fenómeno fijo y estable mientras que una lengua va cambiando muy lentamente y de acuerdo a lo necesario para la expresión o expresiones que surgen de su uso diario. Contribuye a fijar el sistema el hecho de que exista la escritura. Y el habla, por otro lado, no es estable, es más bien libre. Ya que se sabe cada persona combina libremente los ele­mentos que el idioma le da. En cada ser humano la lengua se lleva a cabo de una forma singular. En cambio la lengua perdura a lo largo del tiempo. (La lengua castellana, por ejemplo, tiene quince siglos de existencia.) Entonces se determina que el habla es una acción y un fenómeno instantáneo o momentáneo.

De ámbito psíquico: La lengua se produce psíquicamente.  La formación de los pensamientos y siendo más específico, de la formación de cada palabra- es un proceso cerebral. Cada sujeto piensa en la lengua que conoce, así como que en los signos que constituyen una lengua fue­ron creados por elaboración psíquica.
De ámbito físico: El habla, no es sólo el resultado de una creación psíquica, ya que también forma parte de una elaboración fi­siológico y físico. Porque hablar, todos ponemos en funciona­miento una serie de órganos que conforman el lla­mado aparato de fonación (las cuerdas vocales, la la­ringe, etc.). Además, para que el habla se transmita, se necesita un medio físico o canal que puede ser las ondas sonoras para que propague los sonidos.


Códigos complementarios: Por las características mencionadas, apreciamos que la lengua y el habla son diferentes.
  
La  lengua y habla, se enriquecen mutuamente; el que habla hace cambios durante el tiempo que se van fijando en el sistema, y a veces llegan a modificar el mismo. Referente a la lengua, tiene ya una estructura fija dentro de la cual se desenvuelve con mayor o menor libertad el hablante, según el matiz expresivo que desee ma­nifestar.
Saussure,  sugirió, aclarando, lo siguiente acerca del habla:
«Si pudiéramos abarcar la suma de las imágenes verbales almacenadas en todos los individuos, en­tonces toparíamos con el lazo social que constituye la lengua.
»Es un tesoro depositado por la práctica del habla en los sujetos que pertenecen a una misma comuni­dad, un sistema gramatical virtualmente existente en cada cerebro, o, más exactamente, en los cerebros de un conjunto de individuos, pues la lengua no está completa en ninguna, no existe perfectamente más que en la masa.
»Al separar la lengua del habla (íangue et parole), se separa a la vez: Primero: lo que es social de lo que es individual; Segundo: lo que es esencial de lo que es acce­sorio y más o menos accidental.
»La lengua no es una función del sujeto hablante, es el producto que el individuo registra pasivamen­te; nunca supone premeditación, y la reflexión no in­terviene en ella más que para la actividad de cla­sificar […].
»El habla es, por el contrario, un acto individual de voluntad y de inteligencia, en el cual conviene distin­guir: Primero: las combinaciones por las que el sujeto ha­blante utiliza el código de la lengua con miras a ex­presar su pensamiento personal; Segundo: el mecanismo psicofísico que le permita exteriorizar esas combina­ciones.»


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