Por tradición oral (recogida en torno al siglo IX) se sabe de la celebración que tenía lugar en 'Ukaz de un concurso literario en los que se otorgaba como galardón al vencedor el honor de "colgar" la composición poética premiada en el templo de la Ka'aba. Tal honor (cuya existencia es todavía objeto de disscusión) parece haber consagrado la fama de siete grandes poetas preislámicos: Imru'-I-Qays, Zuhayr, 'Antara, Tarafa, Labid, al-Harit ibn Hilliza y 'Amr ibn Kultum.
Conservadas en distintas compilaciones, sus poesías datan, según parece del siglo VI, época a la que se remontan algunos fragmentos en prosa rimada de también discutida autenticidad.
Al igual que la literatura hebrea, la literatura árabe gira en torno a una obra central que es el Corán, la Biblia o Antiguo Testamento de los pueblos árabes. Tras la muerte de Mahoma en Medina el año 632, florecieron las escuelas hiyazi, que cultiva la poesía amorosa y tiene su principal representante en la figura de 'Umar ibn Abí Rabi'a (m. 711), y Siria, representada por el califa Walïd II (m. 744), con predilección por los temas báquicos o dionisíacos.
Periodo Abasí
A principios del periodo abasí se produjo una revolución que se ha llamado modernista y que adoptó como molde de esta temática profana la casida u oda compuesta de un variable número de versos pareados. La prosa literaria es casi inexistente debido a la presencia coercitiva del Corán. Se registran no obstante, algunas traducciones del persa y textos didácticos, fisiológicos de carácter jurídicos o bien relativos a la alquimia de hadices.
El marco de la casida se rompe en la época o periodo abasí con la figura de Bassar ibn Burd (m. 784) y los temas adquieren mayor importancia que la forma. Se encuentran poetas adscritos a unos determinados contenidos: Abú NuwÄs (750-hacia 810) es el poeta del vino y del amor; la temática ascética es la exclusiva de Abú-I-Atahiya (m. hacia 828) el arte de la caza inspira las poesías de Ibn al-Mu'ttaz (m. 908) los temas florales son los preferidos por Sanawbari (m. 945). Es decir la lírica se especializa en determinados campos creativos. Recopiladores de la poesía árabe antigua fueron los eruditos Hammad al-Ra-wiyya (S. VIII) y Mufadal al-Dabbi (m. hacia 786), así como Abú Tammán (m.845) y al -Buhturi (m. 897), que hicieron antologías sobre determinados conceptos o virtudes humanos. Al - Mutanabbi (m. 965) fue el inspirador en parte de una corriente neoclásica que recogía la antigua casida desde una diferente perspectiva del verso.
Dos nuevos géneros poéticos tomaron carta de naturaleza: el género didáctico, que se manifiesta a través de unas composiciones que por el metro empleado se llaman uryuzas sin una rima que las presida (Aban al-Lábiqi, m. hacia 815) el género característico de la lírica popular y constituido por series estróficas de ruba'i. La adaptación de un género literario persa, el adab, al árabe supuso el nacimiento de una prosa ya literaria, no meramente didáctica, gracias, sobre todo a Ibn Qutayba (m. 889) y a al-Yahiz (m.869). La prosa rimada, las similicadencias, adquirió vigencia a comienzos del siglo X en los medios más cultos.
Las "maqámas"
Célebres son las máqamas (sesiones) de al-HammadanÏ (m. 1007), serie de breves narraciones acerca de mayor relieve al fondo que a la forma. Muy imitadas y divulgadas, el área de influencia de este género alcanzó incluso a las literaturas romances. Cuentos y recopilaciones fantásticas, sin autor conocido, sirvieron de base para la famosa compilación de Las mil y una noche (primera redacción árabe del siglo X) y para novelas de caballería como al-Battál y 'Antara en el siglo XI.
La invasión de los turcos selyucidas trajo consigo la decadencia literaria y el centro de creación se mudó al occidente islámico y a Persia y dio origen a las literaturas arabigoespañolas y neopersa (iranización de decadencia cabe citar, entre otros autores, a Ibn Jai-dun (m. 1406) y a al-Suyuti (m.1505).
La literatura arábigo-española
La literatura árabe en la España musulmana es de aparición tardía y los versos atribuidos a 'Abd al-Rahmán II y su época de mayor esplendor se da en el siglo XI con la rivalidad entre soberanos, engendrada por la ruptura de la unidad política. Anteriores a este periodo son 'Abbas ibn Firnás (m. 887), al-Gazal (m. 864) e Ibn Darray al-Qastallí (m.1030), destacado cultivador de la poesía panegírica (de laude y alabanza).
Entre los eruditos del primer periodo de esta literatura descuella el nombre de Abú 'Amir ibn Suhayd (m.1035). Formas espontáneas de hibridación (romance y versos árabes) fueron la muwassaha, del siglo X, y el zefel, del siglo XII. Las muwassaha o muguasajas solían terminar con una estrofa en romance español (costumbre primero introducida por los árabes, es imitada posteriormente por los poetas hebreos) y en occidente no dejaron de ejercer una cierta influencia ambos géneros poéticos, fundamentalmente gracias al prestigio popular de que gozaron.
En la corte de al-Mu'tamid (m. 1095), llamado el rey poeta, hallaron refugio poetas perseguidos como Ibn Hamdis (m. 1132) e Ibn Zaydún (m. 1070). La llegada a la península de los almorávides puede decirse que acabó con la poesía de estirpe árabigo-andaluza. De entre los poetas arabigoespañoles destacan los nombres de Ibn Quzmán (m. 1160), del místico Ibn 'ArabÏ (m. 1240) y del sultán Yusuf III (m. 1417) Una de las obras más importantes producidas por esta literatura es El collar de la paloma, del cordobés Ibn Hazm (m. 1064).
De la época nazarí sólo se salva el nombre de Ibn al-JatÏb (m.1492). Testimonio de los últimos años de la cultura del islam en España nos suministran las Analectas de al-Maqqari (m. 1631) y otros textos de historiadores norteafricanos.
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