miércoles, 5 de julio de 2017

GRAMÁTICA ESPAÑOLA: Gramática general II.

LA SÍLABA 


Cuando se expresa oralmente una oración cualquiera, es fácil notar la existencia de pausas (no necesariamente indicadas por comas en la expresión escrita). También se produce un intervalo, aunque menos notable, entre cada palabra y la que sigue; así, por ejemplo:


Los altos árboles aparecieron en la distancia.

En una nueva partición, se llegan a precisar las sílabas:

Los al-tos ár-bo-les a-pa-re-cie-ron en la dis-tan-cia.


EL ACENTO Y LA SÍLABA

Es importante hacer hincapié en qué se entiende por acento: elemento mediante el cual se destaca la mayor intensidad de una sílaba dentro de un grupo fónico. El acento puede ser prosódico u ortográfico; es decir indicarse sólo en la pronunciación, o bien indicarse además gráficamente. El acento ortográfico es un signo llamado tilde, y se escribe ( ´ ) sobre la vocal de la sílaba acentuada. He aquí ejemplos de palabras de acentuación prosódica: pared, sala, examen. Y otros de palabras de acentuación ortográfica: acertó, exámenes, césped, compás. 

Al hacer lectura de palabras o al hablar, debe notarse que en cada palabra hay siempre una sílaba que se expresa con mayor intensidad. Surgen así los conceptos de sílaba tónica o acentuada (con o sin tilde) y sílaba átona o inacentuada. Por ejemplo, en la palabra pared:

pa - red 

sílaba átona  -  sílaba tónica. 


CLASES DE PALABRAS DE ACUERDO AL ORDEN DE LA SÍLABA TÓNICA 

De acuerdo a la ubicación de las sílabas tónicas, se forman las siguientes:

Última sílaba tónica: Agudas: reloj, tomará, amar, sutil.
Última sílaba tónica: Graves: ángel, árbol, volumen, fútil.
Última sílaba tónica: Esdrújulas: eléctrico, régimen.
Última sílaba tónica: Sobreesdrújulas: repítemelo, cománselas. 

De acuerdo al acento ortográfico:
a) son agudas cuando finalizan en N, S, o vocal. 
b) son graves al finalizar en una consonante diferente a N o S.
c) son esdrújulas y sobreesdrújulas todas. 

SILABEO ORTOGRÁFICO

Silabear quiere decir; apartar una palabra en sílabas. El silabeo se realiza en base a la pronunciación, sin embargo hay algunas normas que determinan lo correcto en ocasiones dudosas. Estas reglas son:

1)  Que alguna consonante se encuentre entre dos vocales:

amistad:      a  - mis - tad                    visitar:        vi - si - tar
reparación:  re - pa - ra - ción            América:    A - mé -ri - ca

2) Que dos consonantes se encuentren entre vocales, entonces se apartan de la siguiente manera: la primera consonante se une a la vocal anterior y la segunda a la vocal posterior:

vien - to                         dis - tin - ción
len - gua                        sub - ra - yar

En este último ejemplo se separan la B y la R, ya que la B del prefijo sub no forma grupo fijo.


PALABRAS COMPUESTAS

Según las últimas normas de la Real Academia de la Lengua, las palabras compuestas sólo mantienen el acento ortográfico en el segundo componente, cuando a éste le corresponde individualmente. Por ejemplo: decimoquinto, decimoséptimo, rioplatense, piamadre, asimismo y sabelotodo. 

Hay algunas excepciones:
- Los componentes de dos o más adjetivos separados con un guión. Por ejemplo: histórico-crítico, itálico-germánico y teórico-práctico. Cada elemento conserva la acentuación que lleva como palabra simple.

- Los adverbios terminados en mente. Por ejemplo: cortésmente, hábilmente, ágilmente, legítimamente. Si el adjetivo simple lleva acento ortográfico, no lo pierde al unirse al sufijo -mente.

EL ADVERBIO "SOLO" 

Observar los siguientes ejemplos:


             No sólo es tu hermano, es tu amigo,
             Sólo sé que nada sé.

La palabra sólo que aparece en los dos ejemplos anteriores lleva acento ortográfico.
A continuación:
1)  Aparece al lado de un verbo o forma parte de un giro (no sólo).
2)  En ambos casos es un adverbio.
3) Como adverbio que es, se le puede reemplazar por su equivalente solamente ;  es decir: sólo = solamente.

              No solamente es tu hermano, es tu amigo.
              Solamente sé que nada sé.

Por lo tanto: "Sólo" lleva acento cuando es adverbio. Sin embargo en la siguiente oración: El señor va solo hacia su trabajo. En este caso la palabra 'solo' modifica al verbo, y a la vez también al sustantivo del sujeto. Entonces ya no funge de adverbio, más bien como un adjetivo. Tampoco no podría ser reemplazado por 'solamente' ya que sería equivocado decir: El señor va solamente hacia su trabajo (debido a que la idea es mencionar que va sin acompañamientos.


ACENTO EN PRONOMBRES DEMOSTRATIVOS  

Mostramos los siguientes ejemplos:

           Este cuaderno es suyo.
           Ese libro es el de Juan.
           Aquel lápiz es el de Juliana.

Este, ese y aquel, de manera sintáctica es capaz de funcionar como adjetivo o sustantivo.
Los pronombres demostrativos:

         este (éste)                 ese (ése)                 aquel (aquél)
         esta (ésta)                 esa (ésa)                 aquella (aquélla)
         estos (éstos)              esos (ésos)             aquellos (aquéllos)
         estas (éstas)              esas (ésas)              aquellas (aquéllas)

Esto, eso y aquello en todas las ocasiones sirven de sustantivos. Por ejemplo:

               Ese libro necesita ser bien cuidado.
               Aquella silla es reconfortante.
               Esos perros son inquietos.

Los pronombres demostrativos siempre están al lado de un sustantivo.

                                   ese      lápiz
                                          (sustantivo)

                                  aquella  mesa
                                              (sust.)

                                   esos   canes
                                             (sust.)

Los pronombres demostrativos sirven como adjetivos al ser modificadores de sustantivos. También mantienen la concordancia que existe entre adjetivo y sustantivo:

                            ese                           libro
               (masculino singular)    (masculino singular)

En los siguientes ejemplos los pronombres tienen acentos ortográficos.

                  La paciente es ésta.
                  Este ordenador está en óptimas condiciones, ése es el malogrado.

En los últimos ejemplos los pronombres "ésta" y "ése" es evidente que son sustantivos que sustituyen en el primer ejemplo a 'paciente' y en el último a 'ordenador'. Entonces se puede aseverar que los demostrativos se acentúan ortográficamente cada vez que sean sustantivos.


ACENTO DE PRONOMBRES ENFÁTICOS

En la pronunciación se puede apreciar ciertos tonos que serán de utilidad para distinguir las diferencias siguientes:

                       Cuánto dolor te causa esa herida.
                       Ahorras cuanto ganas en tu trabajo.

En el primer ejemplo se hace una pronunciación con una fuerza singular, y esto se acentúa ortográficamente. En la segunda oración el 'cuanto' se pronuncia con un tono de voz más bajo, casi como desdibujándose entre las sílabas ta y ga  de las palabras ahorras y ganas.


                           Ahora veo qué fuerte es la tormenta.
                           Sé qué nada podía hacer.

Los pronombres que se pronuncian con cierta énfasis, o sea, con fuerza son acentuados ortográficamente.


                      Cuéntame, ¿quién vino?
Aquí la palabra 'quién' es un pronombre interrogativo.

                      ¡Quién lo pensaría!
Aquí, sin embargo, es pronombre exclamativo.

                       Tengo la duda. Qué hora será.
Aquí, 'qué' es un pronombre interrogativo aunque no esté entre signos de interrogación, por el hecho de que la pregunta es indirecta y cabe la posibilidad de formular lo siguiente:

                       Me pregunto: ¿Qué hora será?
Se aprecia claramente el carácter interrogativo del pronombre 'que'.

En conclusión la acentuación depende del énfasis de la pronunciación, en función al valor semántico y sintáctico de los mismos.




GRAMÁTICA ESPAÑOLA: Gramática general I.

Por gramática general se entiende el conjunto de fundamentos fonéticos, morfológicos y ortográficos básicos para un uso correcto de las palabras, en sus niveles oral y escrito. Conocimientos indispensables para poder afrontar posteriormente el estudio de las clases de palabras y el análisis sintáctico. 

FONOLOGÍA Y FONÉTICA 

La voz humana es un sonido. Los sonidos humanos son emitidos por la acción del aparato de fonación. En él las llamadas cuerdas vocales desempeñan un papel preponderante. Su vibración produce sonidos, que al llegar a la cavidad bucal se modifican y se transforman en los fonemas propios del idioma que se habla. Los fonemas son los sonidos significativos de una lengua: aquellos que ésta utiliza para construir las palabras. 

La fonología estudia todos los elementos fónicos (sonidos, entonaciones, acentos) con los que una lengua elabora sus expresiones, y en cuanto que sirven para distinguir significados. Además, se ocupa de su pronunciación. 

Los sonidos del lenguaje se clasifican en: sonidos de habla, que son los que utiliza en forma individual cada hablante, y sonidos de lengua, los que cada lengua dispone para conformar sus signos. 

Si se toma, por ejemplo, el signo lingüístico (la palabra) niño se tendrá que:

a) la fonética estudia los sonidos, su forma de articulación, su disposición a lo largo de la cadena sonora N-I-Ñ-O: (ENE) (I) (EÑE) (O), es decir, un fonema consonántico + un fonema vocálico en cada sílaba. 
b) la fonología se ocupa de los sonidos atendiendo a la significación que determinan: NIÑO señala genero masculino, en oposición a NIÑA, género femenino. 

Sistemas vocálicos de las lenguas. 



LOS SONIDOS DEL HABLA 

Cuando el hablante emplea un mismo fonema incurre en variantes de tipo fonético o alófonos. Una misma vocal (fonema) en diferentes palabras puede expresarse con varios alófonos; por ejemplo:


Saldrá para su casa,


que presenta seis alófonos. El sonido del habla es individual y subjetivo; el sonido de la lengua es social y objetivo. Por tanto, los alófonos son entidades materiales que suponen la realización concreta de la lengua y responden al nivel individual y concreto; en cambio, los fonemas son abstractos, se acercan al ideal del sonido y responden a nivel colectivo y social. 

La clasificación de los fonemas consonánticos y vocálicos se puede realizar teniendo en cuenta: a) su punto de articulación; b) su modo de emisión.

Fonemas y zonas de articulación 

Los fonemas consonánticos se clasifican en:

- Bilabiales:                p - b -m
- Labiodentales:          f
- Interdentales:           z
- Linguodentales:        t - d 
- Linguoalveolares:     s - n - l - r - rr
- Linguopalatales:       ch - ñ - y - ll
- Linguovelares:         k - j - g 

Los fonemas vocálicos, desde el punto de vista fonético, son aquellos cuya pronunciación no dificulta la salida del aire. La boca actúa como una caja de resonancia, abierta en menor o mayor grado. 

Fonemas y formas de articulación

Las vocales se clasifican en: 

Cerradas:                                     i - u
Semicerradas o semieabiertas:        e - o
Abierta:                                        a

En castellano, el número de fonemas es algo inferior al número de letras. Piénsese, por ejemplo, que el fonema /k/ (los fonemas se anotan así) está representado por varias letras. Ejemplo:

"kilo"        "canto"        "queso"
/kilo/        /kánto/        /keso/

El fonema /s/  está a veces representado por las letras S y C: 

"visión"           "canción"
/visión/            /kansión/


En la zona rioplatense y también en Andalucía la letra z corresponde normalmente al fonema /s/.
Otro caso de doble representación se da con el fonema /j/. Ejemplo:

"Jaula"         "Gitano"

También existen letras que no se corresponden con sonido algunos, es decir, que no se pronuncian. Por ejemplo, a las letras H y U después de Q les corresponde fonemas vacíos. 

Sin embargo, debe señalarse que la lengua castellana es mucho más fonética que casi todas las lenguas modernas. 

EL ALFABETO CASTELLANO

La lengua castellana posee un alfabeto de 28 letras. Las letras con sonido independiente son: a, e, i, o, u; las llamadas vocales; las restantes son consonantes.

La r se llama generalmente "erre", pero también se pronuncia como "ere" cuando se quiere resaltar su sonido suave. 

La w en cambio, no se emplea en nombres castellanos, sino en vocablos de origen extranjero. 

Algunas letras tienen ciertas características distintas, ya sea por formación o función: la ll es consonante doble; la ch es consonante formada por otras dos: la C y la H, y su sonido no surge de la unión de ambas, pues la segunda (h) es muda, por lo que su sonido es otro totalmente distinto; la y tiene doble función: como consonante su sonido es ye (playa), y como vocal su sonido es i pues actúa como conjunción copulativa (Luis); la x representa la unión de los sonidos k y s (examen se lee eksamen). 

GRUPOS VOCÁLICOS Y CONSONÁNTICOS 

Las vocales, por sí mismas, pueden formar sílabas. Solas o unidas con consonantes, conforman sílabas y luego palabras:

"Pizarra" (palabra)
"Pi-za-rra" (segmentación silábica)
"P-i-z-a-r-r-a" (segmentación literal)

En algunos casos, las vocales o las consonantes se agrupan entre sí formando de este modo grupos vocálicos o consonánticos inseparables al efectuar la división silábica.

Grupos vocálicos: diptongo y triptongo 

Diptongo es la unión inseparable de dos vocales: una abierta + una cerrada; una cerrada + una abierta, o dos cerradas. Así se tiene: ai - au - ei - eu - oi - ou - ia - ua - ie - ue - io - uo - ui -ue; y también ay - ey - ou - iy, pues la Y con sonido I forma diptongo.

Ejemplos:

cueva ----------> cue - va
ensueño--------> en - sue - ño
Europa---------> Eu - ro - pa
ley -------------> ley
jueves----------> jue - ves
hueso----------> hue - so
hoy------------> hoy

La unión de dos vocales abiertas o semiabiertas no forma diptongo, es decir, debe separárselas en la segmentación silábica. Pueden quedar solas o unidas a una consonante. Ejemplos:

maestro-----> ma - es - tro
aéreo-------> a - é - re - o
croar-------> cro - ar
veas--------> ve - as
petróleo----> pe - tró - le - o

La H intermedia no destruye un diptongo (ejemplo: ahuyentar ---> ahu - yen - tar). La acentuación sobre la vocal cerrada de un diptongo provoca su destrucción y constituye un hiato: por ejemplo día ---> dí - a, constituí ---> cons - ti - tu - í, búho ---> bú - ho.

Triptongo es la unión inseparable de tres vocales. La única disposición posible para la formación de triptongos es la que indica el esquema: vocal cerrada + vocal abierta (o semiabierta) + cerrada.
Así: iai - iei - ioi - uau - ueu -uou - iau - ieu - iou - uai - uei - uoi. Ejemplos:

confiáis -----> con - fiáis
confiéis -----> con - fiéis
dioico ------> dioi - co
guau--------> guau
miau--------> miau
haliéutica ---> ha - liéu - ti -ca
Paraguay----> Pa - ra - guay
averigüéis ---> a - ve - ri - güéis

Grupos consonánticos 

Son los formados por la unión inseparable de dos consonantes. La primera de ese grupo debe ser, necesariamente, alguna de las consonantes siguientes: b, c, d, f, g, p, t (llamadas consonantes licuantes). La segunda de ese grupo debe ser alguna de estas dos: l,r (llamadas consonantes líquidas). Así, se dan los siguientes grupos: bl, br, cr, cl, dl, dr, fl, fr, gl, gr, pl, pr, tl, tr.

martes, 4 de julio de 2017

FORMACIÓN DEL CASTELLANO: Integración de la lengua castellana y su literatura IV

Siglo XVI: búsqueda de la identidad


Durante el reinado de los Reyes Católicos fue mayor y más intensa la influencia clásica. El idioma no aparece forzado en beneficio de la imitación latina: busca ya su propia y natural expresión. La prosa revela armonía y habilidad, aunque se tiende a lo abundante y, a veces, a lo superfluo. La Comedia de Calisto y Melibea, es obra maestra de la época, que condensa la tendencia humanista y lo popular, apuntadas en el Corbacho. Hay amaneramiento, párrafos largos. El verbo tiende a colocarse al final de las oraciones, y se notan, casuales o provocadas, algunas consonancias internas. El léxico es rico, expresivo, con latinismos (inmérito, fluctuoso, cliéntula, sulfúreo, diminuto, etc.) y con construcciones sintácticas latinas en infinitivo y departicipio llamado activo, pero no en la cantidad del periodo anterior. 

El hipérbaton fue relegado, y junto con la oración extensa apareció la breve y bien construida, encerrando, a menudo, máximas y refranes. El idioma siguió despojándose de características medievales: queda la d  como final; se generaliza la h que ya en Castilla no es aspirada (hazaña, holgar, herir, etc.), aunque la f inicial no desaparece del todo (fallar, fastar, fablar, hermosura, etc.). Se consolidó la adaptación fonética latina. En la morfología persistieron duplicidades (darvos y daros, os despiertan, vos han envidiado, etc.). La conjugación dejó las terminaciones -ades, -edes, -ides. Persistieron algunas formas aticuadas: ell alma, ell espada (el alma, la espada). Aparece frecuente el uso del artículo antepuesto al pronombre adjetivo posesivo: la tu casa, la mi pena.



Garcilaso de la Vega y Juan de Valdés 

Hacia 1520, la lengua castellana no había llegado, en verdad, a su cumbre más alta. Era menester, para su perfeccionamiento, la aparición de un gran poeta y un gran prosista. Ellos son, esencialmente, Garcilaso de la Vega y Juan de Valdés, escritores con los cuales el idioma se hace nuevo y vigoroso y abandona su lastre medieval.

Ellos dirigieron el habla vulgar a alta categoría, tendiendo a la unidad fonética y léxica. El neologismo lícito, como ornamento o necesidad, fue la base del movimiento. El griego, el latín y el italiano eran, por otra parte, las fuentes principales.

Valdés incorporó del griego: paradoza, tiranizar, idiota, ortografía, etc. Del latín introdujo: ambición, excepción, superstición, objeto, decoro, paréntesis, insolencia, etc. Por su parte en el lenguaje poético, Garcilaso incorporó: aflito, superno, dubio, instruto, almo, ebúrneo, umbroso, etc.

Del italiano, Valdés propuso: dinar, entretener, discurrir y discurro, servitud, novela y novelar, cómo e incómodo, etc. Garcilaso, a su vez, usa: delgadeza, domestiqueza, selvatiquez, viso, etcétera.

Los galicismos fueron evitados y hasta ridiculizados. Los prosistas mantuvieron la construcción ciceroniana de la oración y de la frase. Así se forjó la nueva lengua, hondamente distinta de la medieval. Había que decir: exército y no huestes, confianza y no fiuzia, fatiga y no cuita, placer y regocijo y no solaz, esperar y no atender, preguntar y no pescundar, fácil y no raez, harto y no asaz, vez y no vegada, y muchas más.

Garcilaso no usó ninguna de las palabras descartadas por Valdés en su famoso Diálogo de la lengua,  pero muchas de ellas se reincorporaron posteriormente, y algunas son voces actuales. Valdés trató de adaptar los cultismos a la fonética romance, y así pronuncia y escribe, en discrepancia con otros autores: sinificar, manífico, dino, efeto, seta, conceto, acetar, perfeción, solenidad, etcétera.

El siglo de oro: la penetración de extranjerismos

El idioma de Cervantes, el más alto ejemplo del siglo de Oro, ofrece un notable incremento de las palabras. Muchas voces extranjeras entraron por esa época en el habla castellana, especialmente de Italia, Francia y Portugal, además de las que llegaban continuamente de América.

Cervantes es el continuador de la teoría de Valdés: Habla llana, regida por juicio prudente.
Aunque en su lenguaje persisten formas gráficas y fonéticas de principios de siglo, es importante señalar gran cantidad de caracteres propios del idioma en esta época, que no sólo se redujo al aporte grecolatino y extranjero, sino que aumentó su caudal con recursos propios de la lengua.

Al periodo clásico pertenece la diferenciación de uso entre haber y tener, que se empleaban como transitivos y sinónimos en su sentido de propiedad o pertenencia. Haber queda como auxiliar de los tiempos compuestos, sin su antiguo valor transitivo, con rarísimas excepciones.

Es característica también de la época la alusión por medio de un pronombre a una idea no asentada anteriormente, cosa frecuente desde el MIO CID, y que lleva a veces a verdaderas anfibologías. Otro giro típico es la adjetivación de nombres equivalentes a símiles o metáforas concentradas.

El emeplo de las preposiciones comenzó a ajustarse al actual, y el complemento directo de persona o de cosa personificada aparece ya con preposición a, aunque algunos persisten en la forma antigua. Se formó ya un orden establecido para la construcción del verbo y de los pronombres átonos. El verbo al final de oración a penas se observa a finales del siglo XVI.



FORMACIÓN DEL CASTELLANO: Integración de la lengua castellana y su literatura III

Siglo XIII: Los milagros (Gonzalo de Berceo) 

Fragmento de: El niño judío:



8 apresado. Tomado.
9 arañazos.
10 uñas.
11 mejillas.
12 aturdidas.
13 aunque. 
14 mesura; consideración.
15 daño.
16 buen talante.
17 libró, escapó.
18 muy gentil.
19 horno.


Características del castellano en este periodo

La prosa del siglo XIII se ejercitó en la traducción de la sobras científicas del latín o del árabe. Alfonso X presenta ya una lengua formada, popular y bastante depurada, resultado de su cultura y de su celo en el trabajo de sus colaboradores.

Como es lógico, está lena de arabismos y latinismos. En su primera época, la apócope de las palabras y las formas enclíticas son su característica; posteriormente tiende a las formas modernas. El vocabulario es abundante, pintoresco y popular. La coordinación es pesada, elemental, imitación de la coordinación arábiga con la conjunción et o e (y). Persiste la aspiración de la h  y ofrece dos caracteres de suma importancia; las dos eses y la j. Una s sonora, suena como en rosa (catalán) y poison (francés); la otra, ss, sorda, suena como rossa (catalán) y poisson (francés). La j no existía con su sonido actual; sonaba como ch francesa, escrita con x, o bien como la j catalana o la francesa. 

Disminiye visiblemente la pérdida de e final, aunque quedan duplicidades como mont y monte, pris y prise, etc. Las formas reducidas de m y t por me y te, son cada vez más escasas, como la de s por se, y sólo se ve l en lugar de le. La grafía se solidifica. Alfonso X forja derivados sobre la base de palabras existentes: ladeza (anchura, latitud), longueza (longitud), eñadimiento (aumento, agregado), etc. Los tecnicismos se incorporaban ya al idioma. La prosa castellana estaba creada.

Don Juan Manuel (s. XIV) continuó la prosa y la obra de Alfonso X.

Es lacónico, aunque a veces en obras de carácter educativo, se torna extenso y, por consiguiete, oscuro. El lenguaje sigue en su rigidez medieval. Es popular y vivo, rico en neologismos. La sintaxis árabe predomina, monótona, pobre. Hay vacilación en el uso de determinados vocablos. 

Durante el siglo XIV, la lengua liquidó vacilaciones anteriores, se estableció la e final hasta en los vergos y en los pronombres me, te, se, aunque quedan formas aisladas como fiz, diz, faz, vien, etc., en pugna con fize, dize, faze, viene. Los diminutivos en illo se generalizan y se inició el paso de f inicial a h. La conjugación tiende a las formas actuales.


La prosa y la poesía de Alfonso X El Sabio

a) Su prosa. Fragmento tomado de las Las partidas:

1 secretos.


b) Su poesía. Debe aclararse que las Cantigas a santa María, poesía original de Alfonso X, estaban escritas por él en lengua galaico-portugusa. Este prodigioso rey reservaba el castellano para la prosa, volcada en gran cantidad de obras que contribuyeron a la difusión de nuestro idioma. Pero eligió el galaico-portugués para la producción lírica, por considerarlos más suave y apropiado a la expresión poética.


Siglo XIV: el conde Lucanor o Libro de los enxiemplos (Don Juan Manuel)

Fragmento de: "De lo que conteció a una mujer que llamaban doña Truhana":



Siglo XV: La Celestina (Fernando de Rojas)

Fragmento del acto primero:


Tragicomedia de Calisto y Melibea, Juan Jofre, Valencia 1514.
o
La Celestina.


Un romance morisco: el de Abenámar



La forma de la lengua en los romances viejos

En las postrimerías del siglo XIV y principios del XV se intentó trasplantar al romance giros sintácticos latinos; se imitó el hipérbaton, se usó el llamado participio activo en vez del gerundio, el infinitivo dependiente de otro verbo, la oración de relativo, etcétera. 

La prosa buscó amplitud y magnificencia, y en ocasiones apuntó el intento de prosa rimada. En el vocabulario, los latinismos abundaron, quizás en demasía y sin necesidad, si bien muchos no lograron arraigo; y algunos italianismos comenzaron a incorporarse: uxel (pájaro), dona (mujer), etcétera. 

Por otra parte se respetó poco la forma del latinismo incorporado: inorar, cirimonia, abusuluto, noturno, etc. Del francés se incorporaron también algunos vocablos: reguardar (mirar), esguarde (consideración), visaje (rostro), etcétera. 

Con el Arcipreste de Talavera, a mediados del siglo XV, el lenguaje cotidiano se manifestó en vivaces reflejos de la vida diaria, pero excesivamente locuaces. La inseguridad en el uso de muchas palabras persistió; tanto se uso la T como la D final: edat, edad; voluntat, voluntad, etc. La f inicial con la h, cuya pérdida se extendió.

Se alternó dubda y duda, ome y hombre, non y no, etc., y las vocales inacentuadas sufrieron alteración en su timbre (sofrir, vevir, robí, etc.). Persistieron viejas formas verbales, hasta con pérdida de la e final: andude (anduve), prise (prendí, tomé), conquiso (conquistó), fiz (fize), nol (no le), sil (si le). etc. Junto a estos arcaísmos aparecieron duplicidades nuevas (vengades y vengáis o vengás; tenedes o teneies o tenés; sodes y sois o sos, etc.) y se restablecieron viejas formas latinas. 


Grabado en bronce de El Quijote, de Miguel de Cervantes.

lunes, 3 de julio de 2017

FORMACIÓN DEL CASTELLANO: Integración de la lengua castellana y su literatura II

CONTRIBUCIÓN DE LAS LENGUAS MODERNAS

Así como las lenguas antiguas intervinieron en el proceso de formación del castellano, también actúan hoy las modernas en su evolución y enriquecimiento. Cabe destacar: galicismos, anglicismos, italianismos y germanismos.

Galicismos 


Son las voces y giros procedentes del francés. Entre ellos tienen importancia: brebaje, libertinaje, cofre, jaula, manjar, resorte, galante, hotel, etiqueta y rango.


La moda y el cine divulgan más y más los galicismos no aceptados, como : soireé, bouquet, y otros, indicio a veces de pedantería en la conversación y desatinada tendencia a la innovación extranjerizante en algunos escritores.

En castellano, el verbo "hacer", cuando no está en construcción impersonal, indica acción ejercida sobre una materia dada; "hacer tortas", "hacer una casa", por ejemplo, son expresiones correctas, pero no aquellos giros verbales imitados de la lengua francesa, por no contar ella con las voces equivalentes a: callar, aludir, referirse, omitir. También es necesario el uso del adjetivo petit equivalente a "pequeño". 


Anglicismos 

Son vocablos procedentes de la lengua inglesa, que el castellano ha ido incorporando a través de sus contactos, alianzas o conflictos de comercio y cultura. 

Entre los anglicismos antiguos, figuran varias designaciones referentes a la navegación, algunas de las cuales se introdujeron indirectamente a través del francés: draga, dragado, rumbo, rada. 

Los más recientes, en su mayoría se refieren a la industria, la política y el deporte: tranvía, líder, mitin, fútbol, deporte, boxeo, básquet, voléibol, tenis, revólver. 

Entre los anglicismos incorrectos abundan las denominaciones perifrásticas construidas con la idea determinativa y que, por lo tanto, equivalen al adjetivo, antepuesto a modo de epíteto. Esto es imitación directa de la sintaxis de la lengua inglesa, que, como todas las lenguas germánicas, hace preceder siempre el adjetivo al sustantivo. Por ejemplo: Jockey club es, en realidad, para nuestra lengua club de Jockey; Plaza hotel es Hotel Plaza, etcétera. 


Italianismos

Son las voces procedentes del italiano. Comenzaron a afluir hacia España en la época de la dominación aragonesa sobre Nápoles (siglos XV - XVI). Estas voces se refieren particularmente a las letras, las artes en general, la guerra y la cocina: terceto, soneto, diseño, fachada, batuta, piano, gaceta, novela, máscara, capricho, espagueti, etcétera. 

Entre los barbarismos sintácticos surgidos por imitación de la lengua italiana, cabe citar construcciones como "vengo de la maestra", "voy a la vecina", por "vengo de la casa de la maestra", "voy a la casa de la vecina".


Germanismos

Son voces procedentes del moderno alemán. Se refieren en su mayoría, a elementos bélicos, y al vestuario: guerra, heraldo, yelmo, espuela, rocín, brusco, ropa, toalla. 


DIFUSIÓN DEL CASTELLANO

Actualmente el castellano es la lengua romance de mayor extensión; por la cantidad de hablantes, ocupa el segundo lugar entre los idiomas vivos. La difusión geográfica del castellano es:

a) España, donde es lengua nativa y oficial. Al ser lengua del Estado, la Real Academia Española ha sustituido el nombre de "lengua castellana" por el de "lengua española". 

b)América central insular, la mayor parte de América del sur y parte de América del norte.

c)Antiguas colonias españolas: del norte de África, donde coexiste con lenguas autóctonas, Sahara Occidental, Guinea Ecuatorial y Filipinas (alrededor del 3% de la población).

d) La hablan también los judíos sefardíes, que en infinidad de grupos ocupan diferentes puntos de la Tierra, especialmente Israel, Turquía, y Grecia. 

Cabe señalar que esta gigantesca masa lingüística no es homogénea. Existen dialectos y formas especiales de expresión dentro y fuera de España. 



DOCUMENTOS CLÁSICOS DE LA LENGUA CASTELLANA

Una serie de fragmentos literarios en los cuales es posible observar las modificaciones que fue sufriendo el castellano como lengua escrita. 

Los párrafos están extraídos de obras significativas elaboradas entre los siglos X y XVII. Literariamente: desde los primeros documentos en castellano hasta la llamada "Edad de Oro", cuyo principal representante fue Miguel de Cervantes Saavedra. 

Siglos X y XI

En el siglo X, los notarios se veían en la necesidad de establecer en acotaciones marginales el vocablo derivado por deformación de las voces latinas, ya enteramente olvidadas. Así ocurre en las Glosas Emilianenses del monasterio de San Millán de la Cogolla, donde se aclaran las voces siguientes con su respectivo término castellano:

- suscitavi: (levantat);
- conmotiones: (moveturas);
- submersi: (trasntorné);
- et tertius veniens: (elo terzero venot).


Alfonso X El Sabio. Para la formación de la lengua castellana fue decisiva la intervención de este ilustre monarca, quien se rodeó de un nutrido grupo de eruditos colaboradores dedicados a la traducción de un buen número de obras, todas ellas de gran prestigio en la época (orientales en su mayoría). Con su labor de mecenas, Alfonso X consiguió que el castellano se convirtiera en una lengua con vocación universal. 


Las glosas

El documento en prosa más antiguo que se conserva en castellano no pertenece a los Fueros, sino a las Glosas Emilianenses. He aquí un fragmento:
"Como adjutorio de nuestro dueno, dueno Cristo, dueno Salvatore, qual dueno get ena honore, equal duenne tienet ela madatione como Patrie, cono Spiritu Sancto, enos siéculos de los siéculos, Fácanos Deus Omnipotes tal servicio fere que denante ela sus gaudiosos seyamos. Amen"

Las Glosas Silenses, o sea, las elaboradas en el monasterio de Santo Domingo de Silos, escritas igualmente en el siglo X, tienen también un glosario:

- ignorante: (non sapiendo);
- martiria: (reliquias);
- absente: (luengo estando);
- quod: (por ke);
- revertente: (retornando);
- pudoris: (de la vergonia).

En pos de las "glosas", los filósofos descubren, en los documentos jurídicos denominados Fueros, rastros de la evolución de la lengua; no ya por anotaciones, sino por interpolación directa de voces primitivas de aquel siglo. En el Fuero de Avilés, otorgado por Alfonso VII, se lee:

   "Omne poblador de Abiliés quanta heredat poder comparar de fora, de terra, de villas, seia franca de levar en quesir, e de  vender, e de dar, e de fazer de ela zo qu'il plazer, et non faza per ela nengunos servicio"

Al llegar al siglo XII, se observa que los documentos públicos están redactados en un latín ya casi enteramente castellanizado. El Consejo de Cuenca, en su dotación al Hospital de Santiago, declaraba en 1184:

   "En el nombre de la Sancta Trinitat, la coal es ondrada e adorada de todos cristianos, cognoscita cosa sea a todos omnes, tan bien a los pressentes de como a los avenideros, que nos, el Consejo de Cuenca, fazemos carta de donamiento et de otorgamiento. Aquesta carta aquesto dono otorgó et confirmó el muyt noble Rey Don Alfonso."

Este idioma popular se introdujo en las cortes, llegó a los tronos y se deslizó por fin hasta en los labios de los reyes.

1 estaba (del verbo sedeo, sedes, sedere) (latín).
2 ambos
3 "Mala sorpresa, sabed les acontenció".
4 Los del cid hacen un escudo con la capa, "embrazándola".
5 donde se escondiese.
6 donde se.
7 Es decir: moriré aquí.